El reto del EBAU: así se debe encarar el examen más estresante
Los expertos aconsejan no ver esa prueba como algo aislado sino como el final de un proceso, y por ello es importante cuidarlo desde el inicio.
Cada año miles de jóvenes preparan la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU o EvAU, según cada comunidad autónoma). La antigua Selectividad culmina el trabajo llevado a cabo durante dos años, en el Bachillerato, y su nota es decisiva para el futuro académico. Es difícil evitar los nervios, la ansiedad, las pocas horas de sueño... muchos van a contrarreloj para intentar llevar el temario lo mejor posible. Pero a veces abarcar demasiado en poco tiempo es contraproducente. Los expertos aconsejan no ver esa prueba como algo aislado sino como el final de un proceso, y por ello es importante cuidarlo desde el inicio. Hay muchos aspectos a tener en cuenta, tanto de técnicas de estudio y de estilo de vida como psicológicos. En la preparación de una prueba de este tipo es clave dormir bien, alimentarse adecuadamente y tener hábitos de estudios organizados. Recogemos algunos consejos para afrontar el reto de la mejor forma posible.
1. Una parte más del Bachillerato
Tener claro que para esta prueba te estás preparando durante un largo periodo de tiempo ayuda a enfrentarla con más optimismo y menos nervios. «Los alumnos tienen dos años para prepararse psicológicamente para el momento real de la prueba», señala la psicóloga educativa, Amaya Prado, del Colegio de Psicólogos de Madrid. Son dos años de muchos cambios a los que se deben adaptar, incluyendo los aspectos físicos y emocionales. «A veces esos cambios no son fáciles y muchos están tan exhaustos que les cuesta pensar en la Universidad», reconoce la orientadora académica y profesional Montserrat Oliveras Bagués.
2. Técnicas de estudio
En este tipo de pruebas es clave saber cómo funciona la memorización y el olvido, porque nos ayudará a organizar mejor el tiempo. Al empezar a estudiar nuevas materias «al día siguiente me acordaré del 25% de lo que sabía ayer», matiza Maria Teresa López Alonso, psicóloga, experta en Motivación y Técnicas de Estudio en el centro Ideum Psicología. «Es necesaria mucha repetición, y para que sea eficiente necesitamos emoción», añade. La memoria tiene tres partes: introducción, mantenimiento y recuperación. «Cuando introducimos datos en la memoria debe haber emoción, o nos gusta o nos motivamos con un premio», explica. Una buena primera lectura, subrayado, esquemas y resúmenes son técnicas eficaces para atar los temas. «Hay que estar muy entrenado, no se puede intentar hacer todo en poco tiempo», avisa. Y se debe gestionar bien la fatiga con descansos. «Al empezar a estudiar estamos menos concentrados y debemos comenzar por materias más dinámicas. En el momento de más concentración hay que elegir las que requieran más atención», añade.
4. Controlar la ansiedad
La parte emocional juega también un papel clave en esta prueba. «Todo es importante, tener una vida sana, hacer ejercicio físico, la higiene del sueño, no tener miedo...», explica la psicóloga Amaya Prado. «Los nervios suelen ser mayores en aquellos que necesitan una nota alta para hacer la carrera que quieren. Pero es importante la seguridad en uno mismo, confiar en ti», resalta.
Los ejercicios de relajación ayudan, especialmente los de respiración, ya sea antes o durante la prueba. Pero hay quien no podrá evitar quedarse con la mente en blanco. «Cuando esto pasa lo mejor es cerrar los ojos, respirar, y visualizarte en una situación en la que sí puedes conseguirlo», aconseja Prado.
5. Intentar desconectar el día anterior
Es difícil de hacer pero muy eficaz. El día anterior al examen, «hay que hacer algo diferente, no hablar de la prueba. Queda poco tiempo y te vas a poner más nervioso si te das cuenta de que hay cosas que no te sabes o acuerdas», aconseja Prado. «Los repasos en el último minuto fastidian mucho a lo que mejor te sabías. El último repaso general debe ser muy breve de cada cosa y rápido», coincide María Teresa López.
